Conocimiento e información
Desde hace algún tiempo, algunos autores observan la emergencia de las denominadas sociedades del conocimiento. Inclusive, la OCDE y la UNESCO se han apropiado de dicho término. La idea que subyace consiste en que la fuente de la riqueza no se encuentra en el territorio, ni en los productos, sino en la información y el conocimiento. En palabras de Nicholas Negroponte, la riqueza se aloja en los bits y no en lo átomos. Según estas ideas, cobra especial relevancia la generación de conocimiento altamente especializado y complejo. Este tipo de conocimiento se genera principalemente en tres lugares: las empresas especializadas como las farmacéuticas o genéticas, las universidades en sus centros de investigación y en los gobiernos especialmente en aspectos de salud o seguridad o militares.
En México, la realidad dista todavía de la noción de las sociedades del conocimiento. En primer lugar, no cuenta con grandes empresas dedicadas a la investigación. Salvo contadas excepciones, como CEMEX o TELMEX, la gran mayoría de la empresas importan tecnología y conocimiento pues son filiales de grandes empresas transnacionales como Nestlé o SONY. En segundo lugar, el gobierno federal mexicano ha apostado en tener convenios con las grandes empresas globales, por ejemplo con Microsoft en educación, ya que la carga burocrática es tan pesada que no puede producir la tecnología necesaria para su mejor funcionamiento. Finalmente, se encuentran las universidades como los sitios en donde se generan los nuevos conocimientos.
Crecimiento de la matrícula de las universidades privadas
Desde la década de 1980 ha aumentado de manera importante la matrícula de la universidades privadas. Esta situación responde a las políticas impulsadas por los bancos que prestaron dinero a los gobiernos federales debido a las recurrentes debacles financieras que desde entonces nos acompañan. Según los datos de ANUIES, en 1980 el porcentaje de la matrícula en universidades privadas era de 13.5%, y ha aumentado hasta el 34.5% en el 2007.
¿Por qué privatizar la educación universitaria? Según la teoría, la razón consiste en que las universidades públicas son ineficientes y costosas. Una universidad privada ofrece mayor flexibilidad y adaptación. Este modelo se basó en los resultados que obtuvieron algunos países del archipiélago oriental, en especial Singapur o Corea del Sur. Si el modelo se basara en los resultados por ejemplo de Suecia o Francia o Finlandia el modelo sería al revés. Los mejores resultados se obtienen de las universidades públicas. Sin embargo, esta discusión no se puede realizar si debes muchos millones de dólares en préstamos bancarios.
¿Ha funcionado este experimento social? ¿Las universidades privadas en México han cumplido con las expectativas? ¿Generan mayores conocimientos? ¿Impulsan empresas y empresarios innovadores, competitivos globalmente? Según la experiencia en el archipiélago oriental la respuesta es si. Son el vínculo gobierno, empresa y universidad privada quienes impulsan una economía de rápido crecimiento y competencia global. Según la experiencia mexicana la respuesta es no.
¿Quién hace investigación en México?
Según el estudio Desempeño de universidades mexicanas en investigación, elaborado por la Dirección General de Evaluación Institucional (DGEI) de la UNAM. Las universidades públicas aportan al país mayor capacidad de investigación que las privadas. El reporte compara el desempeño cualitativo de ocho universidades federales, 15 privadas y 35 estatales, muestra que la UNAM ocupa la primera posición, seguida por la Universidad Autónoma Metropolitana, el Instituto Politécnico Nacional e instituciones estatales, como las universidades de Guadalajara, la Benemérita Autónoma de Puebla y la Autónoma de Nuevo León. Las escuelas particulares, con excepción del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), presentan indicadores muy bajos.
Aparentemente, el crecimiento de la matrícula en las universidades privadas no ha generado mayor investigación y conocimiento innovador como la teoría económica propone. Quizá en el modelo falta algunos componentes para explicar este fenómeno. Componentes que están vinculados a una noción de calidad integral en la cual, la investigación es un aspecto esencial. Por ejemplo, ¿Los rectores de las universidades privadas están interesados en la investigación? ¿Las condiciones laborales de los docentes de universidades privadas les permiten hacer investigación? ¿Qué financiamiento pueden obtener para hacer investigación? ¿Existen departamentos de investigación en las universidades privadas? ¿Existen convenios institucionales entre empresas, gobierno y universidades privadas para generar conocimiento y crear tecnologías pertinentes?
Los problemas del país son tan grandes y complejos que una discusión entre el financiamiento público y privado carece de mucho fundamento. Lo que importaría sería crear las condiciones para que las universidades puedan generar suficiente conocimiento y tecnología para mejorar las condiciones de calidad de vida que vivimos actualmente los ciudadanos de México. Sin la capacidad de crear conocimiento innovador y tecnologías aplicables, las universidades son irrelevantes para cambiar la situación actual.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
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