miércoles, 25 de junio de 2008

El apoyo del Banco Mundial a la educación terciaria I

Cambio en las políticas del Banco Mundial

A partir del año 2003 el Banco Mundial ha cambiado su postura frente a la educación terciaria como podemos leer en su informe:
El Banco Mundial ha apoyado de manera activa los esfuerzos de varios países para emprender reformas en el ámbito de la educación terciaria. No obstante, hay quienes opinan que el Banco no ha respondido a cabalidad ante la creciente demanda por parte de los países de intervenciones en la educación terciaria y que, en especial en aquellos más pobres, los programas de préstamos al subsector no están a la altura de la importancia que los sistemas de educación terciaria tienen para el desarrollo económico y social. Se suele considerar al Banco Mundial como un organismo que presta apoyo exclusivamente a la educación básica; que aboga de forma sistemática por la reasignación del gasto público de la educación terciaria hacia la educación básica; que promueve la recuperación de costos y la expansión del sector privado; y que disuade a los países de bajos ingresos a considerar cualquier inversión en capital humano avanzado. Dadas estas percepciones los rápidos cambios que tienen lugar en la esfera global y la persistencia de los problemas tradicionales de la educación terciaria en los países en desarrollo y transición, obligan a replantear de manera urgente las políticas del Banco Mundial y sus prácticas en el subsector de la educación terciaria.
Durante los años setenta y ochenta del siglo XX, el apoyo del Banco Mundial a proyectos de educación terciaria fue en buena parte fragmentario y con énfasis en el establecimiento de nuevos programas o en medidas aisladas de mejoramiento de la calidad de la enseñanza e investigación. Dichos proyectos crearon oasis académicos muy bien equipados que, con el tiempo tendían a volverse insostenibles. El Banco no fue capaz de ofrecer a la educación terciaria el tipo de apoyo integral y a largo plazo que se requiere para construir instituciones eficaces y diseñar reformas exitosas.

Problemas globales en los países en desarrollo

Este cambio en la postura del BM se vincula con la emergencia de las sociedades de la información y de conocimiento, y con la creciente globalización de la economía. En la actualidad los efectos del desarrollo industrial y tecnológico ha generado una serie de problemas que trasciende las fronteras nacionales y continentales. El BM acepta la importancia del desarrollo del conocimiento como una herramienta para acabar con la pobreza, por ello, mira desde otra perspectiva a la educación terciaria. En su documento observa algunos de los principales retos en los países que políticamente correcto llama "en desarrollo" (para los que vivimos en ellos podemos denominarlos países con altos índices de pobreza, con desigualdad e inequidad social y cultural, con sistemas políticos autoritarios):
El BM observa que estos problemas no se resolverán sin la creación e innovación de la ciencia y la tecnología de los países más vulnerables a estos problemas. Para el BM:
La gran mayoría de países del mundo en desarrollo no ha articulado aún una estrategía de desarrollo que vincule la aplicación del conocimiento y el crecimiento económico ni tampoco ha avanzado en su capacidad científica tecnología nacional.

Los países que no cuentan con un mínima capacidad científica y tecnológica quedarán rezagados, ya que dejarán de obtener beneficios sociales y humanos como una mayor expectativa de vida, la reducción de la mortalidad infantil y mejorar condiciones de salud, nutrición e higiene.

¿Sistema de educación terciaria, público o privado?


La preocupación por la inversión en la educación terciaria en México la observaba Didriksson en la década de 1990 que planteaba una política a largo plazo para mejorar la calidad en este nivel. Sin embargo, una de las premisas de las que parte el BM es su énfasis en la inversión privada en educación. Desde su perspectiva, esta estrategia ha sido muy útil en los países de asia, por ejemplo, Corea del Sur y Japón. Pero no explica el patrón de conducta de los países desarrollados como Estados Unidos y Suecia; en la misma época en que Corea del Sur y Japón privatizaban su sistema educativo universitario, los Estados Unidos y Suecia invertían en un sistema de educación pública. (Didriksson, 1993). Para comparar la experiencia entre Chile y Finlandia se puede visitar a jjbrunner. Esta situación paradójica debería llamar la atención a los políticos responsables de los sistemas educativos y en especial de las autoridades educativas quienes implementan (o tratan de implementar) las políticas educativas.


Recursos asociados:


Banco Mundial (2003): Construir Sociedades de Conocimiento: Nuevos desafíos para la educación terciaria. EU:WBG.
Disponible en:
http://www1.worldbank.org/education/tertiary/documents/CKS-spanish.pdf

Didriksson, A. (1993): La Universidad del Futuro. Relaciones entre la educación superior, la ciencia y la tecnología. México: CESU / Plaza Valdés.

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