miércoles, 7 de mayo de 2008

La imaginación y la calidad educativa

En la actualidad se acepta que vivimos en un nuevo tipo de sociedad, una sociedad del conocimiento y de la información. La televisión, la radio, la prensa, las editoriales, producen diariamente una enorme cantidad de información sobre casi cualquier tema. Hoy en día se publican más libros que en toda la historia anterior. El conocimiento científico y tecnológico poco a poco ocupa un lugar más importante. En este contexto parece fuera de moda de hablar de una capacidad y habilidad fundamental de las personas, la imaginación. El imaginar parece un asunto de niños. Sin embargo, Paul Harris, en su libro El Funcionamiento de la Imaginación nos recuerda que es esta capacidad simbólica la que nos permite escapar de los límites del presente y el espacio actual.

Gastón Bachelard escribe de una manera bella la importancia de la imaginación:
La imaginación intenta un futuro. Es en primer lugar un factor de imprudencia que nos aleja de las pesadas estabilidades. Veremos que algunas ensoñaciones poéticas son hipótesis de vidas que amplían la nuestra poníendondos en confianza dentro del universo.
Imagínese que tuviera la completa libertad y control para diseñar y construir una Institución de Educación Superior ideal. Sin ninguna restricción financiera o política o social. Imagine un centro educativo en el cual los estudiantes, docentes, directivos aprendieran constantemente, en un ambiente agradable, bello y amable. Piense bien en esa experiencia y trate de responder a algunas de las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo serían sus espacios, sus aulas, sus bibliotecas, la de profesores, los auditorios, los laboratorios, etc.?
2. ¿De que tamaño, qué colores, texturas?
3. ¿Cómo estarían organizados estos espacios para favorecer el aprendizaje de los profesores y los estudiantes?
4. ¿Cuáles servicios o procesos se tendrían para apoyar el aprendizaje de los alumnos?
5. ¿Qué tipo de futuros profesionales se estaría preparando?
6. ¿Cuáles servicios o procesos se utilizarían para apoyar al desarrollo académico de los docentes, de los directivos?
7. ¿Qué tipo de prácticas pedagógicas se fomentarían?
8. ¿Cómo interactúan los profesores y estudiantes en esa institución educativa?
9. ¿Cómo interactúan los directivos y los docentes?
10. ¿Cómo estarían organizadas las actividades?
11. ¿Cómo se seleccionarían a los docentes? ¿qué necesidades tendrían que cubrirse para su mejor desempeño?
12. ¿Cómo se seleccionarían a los directivos? ¿Que necesidades se tendrían que cubrir para su mejor desempeño?
13. ¿Qué mecanismos se utilizarían para contar con los programas y planes de estudio más pertinentes para los futuros profesionales?
14. ¿Qué políticas existirían para asegurar la calidad educativa y la excelencia académica?
15. ¿Qué canales de comunicación entre docentes, directivos, estudiantes y autoridades existirían?
16. Imagine otras preguntas...


Recursos asociados:


Bachelard, G. (1997): La poética de la ensoñación. México: FCE.

Harris, P. (2005): El Funcionamiento de la Imaginación. México: FCE.

HGSE news: Who Needs Imagination? An interview with Professor Paul Harris. Marzo 2002. Disponible en: http://www.gse.harvard.edu/news/features/harris03012002.html

2 comentarios:

DD dijo...

Hola Paco..

En este imaginar la escuela normal ideal, nos ha llevado a plantar altas expectativas sobre nuestras intituciones, que si bien parecieran "utópicas" redireccionan los esfuerzos, y lleva al reconocimiento de lo que podemos mejorar, pues se v clarificando que la infraestructura es importante, pero el "uso" de la misma es el que determina, se pueden tener instlaciones óptimas, pero si la parte "humana" no es la óptima no hay "calidad"...

Paco Martínez dijo...

dd, tienes toda la razón.

Una de las fuerzas inspiradoras más importantes es la imaginación. Nos lleva a pensar en futuros posibles y que la realidad puede ser diferente. Puede parecer que la utopía es algo inalcanzable, pero la imaginación tiene un componente esencial. La imagen siempre es muy concreta, es posible atraparla, describirla y datallada.

La imagen aterriza los sueños.