Cada que aparece una nueva tecnología se espera que el sistema educativo lo adapte e incorpore en su vida cotidiana, pero de manera sorprendente desde hace 200 años los centros educativos continuan sintiéndose cómodos con el pizarrón, el gis, el borrador, el libro de texto, el cuaderno y el lápiz. A mitad del siglo XX las tecnologías de la televisión y el satélite presagiaban cambios importantes en los sistemas educativos. A partir de 1960 las instituciones de educación superior realizaron esfuerzos para:
- Contar con diferentes medios de comunicación (TV, radio, prensa, cines).
- Producir contenidos; textos, audiovisuales para difundirlos en distintos medios.
- Establecer estrategias de difusión.
Las universidades de los países desarrollados están creando plataformas para ofrecer sus cursos, contenidos y videos a cualquier rincón del mundo que esté conectado. Esta circunstancia incrementará la brecha digital entre los conectados y los no conectados. Por otra parte, los estudiantes mexicanos se preguntarán: ¿por qué asistir a un terrible curso si con un par de cliks puedo acceder a clases magistrales, presentaciones atractivas, contenidos más actualizados? ¿Por qué nuestras universidades no crean una plataforma similar que permita establecer nuevas formas de relación entre universidad, estudiantes, profesores y sociedad?
Recursos asociados:
Crovi Druetta, D. (2006): Educar en la Era de las Redes. México: UNAM.
Negroponte, N. (1996): Ser Digital. México: Océano.
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